Es impresionante el desconocimiento sobre la falta de acceso a la justicia y las dificultades que enfrentan familias y personas que no pueden pagar un abogado o abogada que les asista en casos civiles. Los problemas que representan los altos costos de solucionar causas civiles en agencias y tribunales afectan directamente asuntos fundamentales en la vida de las personas. Para ilustrar, basta señalar algunos ejemplos que se desprenden de las noticias de los últimos meses.
Por un lado, un señor de 82 años mató a su esposa y dos hijos mayores bajo el desespero que le causó sus situaciones de salud. Definitivamente, no tener dinero para contratar un abogado o abogada que te ayude a exigir servicios de salud, puede llevar a alguien a la desesperación, e incluso, al asesinato/suicidio. Otras situaciones de suicidio reseñadas en la prensa apuntan al desespero de personas que no pueden cumplir con los pagos de sus deudas. Las familias puertorriqueñas que enfrentan ejecuciones de hipoteca no deberían confrontar estas situaciones solos, pues hay muchas maneras de evitar la ejecución y manejar los problemas de deuda conociendo tus derechos y con la ayuda de un abogado a abogada. Sin embargo, muchos no tienen como contratar representación, convirtiéndose en víctimas de la falta de acceso a la justicia.
De esta misma manera, vemos como estudiantes de educación especial no reciben la educación que por derecho les corresponde, como cientos de empleadas son despedidas de sus plazas por patronos inescrupulosos, o como padres y madres se enfrentan solos a pleitos de custodia o pensión que les afecta directamente sus vidas y las de sus hijos. Todos estos también son casos civiles, que pudiesen ser asistidos por abogados y abogadas, y que implican las cosas más preciadas de la vida: la familia, la vivienda, el trabajo, la salud, la educación.
Son estos dramas humanos los que nos ayudan a entender la importancia de tener acceso… pero, ¿acceso a qué? Hablamos de por lo menos tener acceso a una efectiva representación, orientación y a servicios legales en casos civiles. Al no reconocerse el derecho a un abogado o abogada como existe en los casos criminales, la falta de acceso a la justicia en los casos civiles aumenta según aumenta la crisis económica y la pobreza en nuestra isla. No es que la representación de un abogado o abogada garantice la resolución más justa de un caso, es que en nuestro sistema de justicia, la representación, servicios y orientación brindados por la clase togada son necesarias para enfrentar de forma más efectiva la violación de los derechos.
Conscientes de la gravedad de este problema, cobra importancia apoyar los esfuerzos de la Fundación Fondo Acceso a la Justicia (FFAJ), donde hemos logrado identificar formas innovadoras de allegar fondos a organizaciones sin fines de lucro que prestan servicios legales gratuitos en casos civiles a personas de escasos recursos. Comenzamos con cinco proyectos subvencionados en nuestro primer año de propuestas, incluyendo la representación ofrecida por las tres Clínicas de las Escuelas de Derecho del país, la página Derechoatucasa.org administrada por Espacios Abiertos, y los servicios de la Corporación Milagros del Amor. Ahora estamos en nuestra segunda ronda, aceptando propuestas de las distintas entidades de acceso a la justicia que presenten proyectos de servicios legales o de desarrollo económico comunitario. Son estas organizaciones las que, con sus servicios directos, abrirán puertas necesarias a la justicia para miles de familias puertorriqueñas. Seguiremos trabajando para garantizar que tengan los recursos para hacerlo, e identificando formas adicionales de abrir las puertas de acceso al sistema de justicia.